¿Y los sueños?, todos los días soñamos algo pero muchas veces por la mañana queremos hacer el esfuerzo para recordarlo pero nada... vacío.
Un sueño puede condicionarnos el cómo nos despertemos por la mañana, porque cuando hemos soñado algo que nos gusta nos tomamos el día con más alegría. Hay sueños que nos dejan todo el día pensando en lo genial que serían si pudieran ser posibles en la vida real y otros que nos gustaría poderlos olvidar lo antes posible pero rondan en nuestra cabeza y no conseguimos que se esfumen.
Y ahora pesadillas, sueños, ¿por qué?.

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